viernes, 22 de julio de 2011

Capítulo 12.

La chica esta se dirigía hacia la salida del instituto, y yo la pensaba seguir hasta el mismo infierno si hiciera falta. Iba con una muchacha rubia como yo, pero era más pequeña, o por lo menos lo parecía. Se despidieron y la chica que me interesaba se fue por el camino opuesto al de mi casa. Pero yo la seguí de todas maneras.
Se metió por unos callejones muy raros, yo nunca había pasado por allí. Tenía miedo, pero podía conmigo la curiosidad y estas dudas que seguían en mi cabeza tenían que resolverse.
Los callejones daban a un parque escondido, y cuando ella llegó se paro justo enfrente de una pandilla de chicos que estaban fumando y yo diría que también se estaban drogando… Mi miedo creció aún más.
Decidí acercarme, por que para algo la había seguido hasta allí…
-          Perdona- me temblaba la voz.
-          ¿Qué quieres? ¿Quién eres tú?- parecía cabreada, o simplemente se pregunta que hacía yo ahí, tal vez se acordaba de mi…
-          Hola, soy la del otro día. La novia de Javier.
-          ¡Ah, ya me acuerdo! ¿Y que quieres?
-          Solo quería preguntarte algunas cosas…- le dije preocupada.
-          Pero vamos a ver, ¿tu que te crees niñata, que eres policía o que?- la cosa se estaba poniendo fea…
-           No, solo quiero sacarme de dudas. Solo quiero que me digas si el otro día te liaste con mi novio… Y se sincera, por favor.
-          Vamos a ver, ¡yo no te tengo que dar explicaciones de nada!- me dijo enfurecida. Y en eso momento sacó una navaja que tenía ella en el bolsillo. Me quedé helada, no sabía que hacer.
-          ¡Espera un momento! ¡Vamos a hablarlo, solo quiero que me respondas!- dije casi con la voz ahogada.
-          ¡Y sigue la niñata esta!- me acercó la navaja a la barriga. Mira en primer lugar yo no me he liado con tu novio, solo que es él el que me da el tabaco y me consigue todo lo que le pido yo.
-          ¿Y por que hace eso?- casi se me caen las lágrimas.
-          ¡Por que quiere, vamos a ver! ¿Es que no puede hacer lo que él quiera o qué?- se me acercó un poco más.
-          No entiendo nada…
-          Bueno que eso tiene una recompensa el chico no es tonto, sabe lo que quiere…- dijo con una sonrisa maliciosa en su cara.
No me gustaba nada esa tía. Iba echa un asco, toda sucia y con la navaja en la mano. La verdad es que no sabía que hacer, bueno sí… lo que debía de hacer era salir corriendo de allí, pero me quedaban dos preguntas: ¿A que se refería con lo de “sabe lo que quiere? ¿Qué le dará ella a cambio?
Pero justo cuando se lo iba a preguntar me rajó la mano con la navaja.
Dios, sangre… No podía con la sangre. Sentía que me mareaba, todo me daba vueltas y la vista se me empezó a nublar… ¿Cómo había sido posible? Me había rajada con la navaja… y yo seguí ahí parada sin saber que hacer.
Ya reaccioné cuando los otros que estaban detrás de ella se levantaron y  dijeron de ir a por mí. Ahí empecé a correr, por la cuenta que me traía. Tenía miedo, mucho miedo y pensaba en Javier y en todas las estupideces que hacía por él… esto se tenía que acabar…

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