jueves, 21 de julio de 2011

Capítulo 11.

Riiiiiiiiiiiing. Otra vez el maldito despertador. Otra vez se repetía el día, vuelta el instituto. Y yo seguí dándole vueltas a lo mismo de siempre, a mi mayor preocupación: JAVIER.
Pero no encontraba ninguna respuesta para mis cientos de dudas... Pero yo seguía pensando en él...


Era ya la última hora de clase, y estaba deseando que tocase el timbre para irme a mi casa y pensar más tranquilamente allí, por que en el instituto era ¡imposible! 
Al acabar la clase me fui a mi taquilla, y justo allí estaba Maria José, una amiga mía de la infancia con la cual seguía en contacto a pesar de los muchos años, nuestra amistad seguía en pie. Era morena, delgada y alta, y estaba justo delante de mi taquilla, lo cual se me hacía raro...

-          ¡Maria José!- dije entusiasmada.
-          ¡Carooooooooool!- ella me contestó eufórica.
-          ¿Qué pasa? ¿Que te trae por mi taquilla?- dije alegre y amable.
-          Pues nada que quería verte, ¡que no se nada de ti! ¿Qué es de tu vida?
-          Pues la mía como siempre, todo sigue igual, nada interesante…- le contesté intentando ocultar mi tristeza.
-          Eso no me convence mucho ¿eh? ¿Seguro que estás bien?- dijo preocupada. Ella siempre me cuidaba y se preocupaba por mí. Era una cosa que ella hacía desde que éramos pequeñas y que a mi me encantaba.
-          Seguro, tu tranquila.
Y justo en ese momento pasó ella, ¡la chica que estaba con Javier! En cuanto la vi la reconocí. Me era muy difícil de olvidar, ya que sospechaba de ella.
La seguí con la mirada, y pensé en seguirla. Pero se me pasó un pequeño detalle: yo estaba hablando con Maria José, y tenía que salir de allí lo más rápido que pudiera sin levantar sospechas…
-          Bueno Maria José yo me tengo que ir ya, es que tengo mucha hambre y quiero llegar a mi casa rápido. Luego hablamos, ¿vale?- le dije apresurada.
-           Bueno,vale. Luego hablamos. ¡Cuídate!- no me lo dijo muy convencida.
-          ¡Lo mismo digo preciosa!- no se si estaba haciendo lo correcto, y tampoco sabía qué me iba a pasar ahora ni lo que iba a descubrir, pero yo quería a Javier y ahora mismo solo me importaba averiguarlo todo y sacarme de dudas.
Vi como Maria José se alejaba a la vez que yo corría en el dirección opuesta, detrás de la chica esta. Me sabía mal dejar así a Maria José, por que yo la quería mucho, demasiado, pero este era mi momento. El momento que tanto quería, mi oportunidad para saber la maldita verdad. 

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